El gato y tú

Pautas presentación gato y perro

Aquí hay un método para presentar a un gato en una casa donde vive un perro.

Requiere varios pasos, y puede necesitarse de unos pocos días a un mes (dependiendo de como sean los animales involucrados), así que hay que ser paciente.

Empieza tratando de que el gato se sienta cómodo en un área pequeña y protegida de la casa

tal como un cuarto relativamente pequeño, con una puerta que puedas cerrar.

Inicialmente los espacios pequeños y cerrados le permiten a un gato el sentirse seguro y el aceptar su medio ambiente más rápidamente. Mientras está protegido tras una puerta, el gato puede familiarizarse con los ruidos y olores de la casa. Gradualmente este miedo va pasando.
Una vez que el gato se ha adaptado a esta parte del proceso, es el momento adecuado para el próximo paso.

Antes de entrar al cuarto del gato, frota tus manos sobre tu perro, y luego acaricia al gato con tus manos con el olor a perro. Frota una toalla o alguna ropa sobre el perro, y déjalo en el cuarto del gato para que el gato pueda familiarizarse con el olor del perro.

Cuando el gato esté listo para abandonar el cuarto, él te lo hará saber. Verás sus patitas por debajo de la puerta tratando de salir y va a maullar más. Es cuando está listo para pasar a un cuarto más grande.

Una vez que el gato este cómodo en su cuarto nuevo y más grande, lleva al perro con una correa. Tienes que estar muy atento. Todo se basa en entrenamiento del perro, ya que debido a que el perro es usualmente más peligroso para el gato, el perro debe ser entrenado para que nunca ladre o ataque al gato. El gato se acercara más cuando sienta que no hay amenaza.

Pídele al perro que se siente mientras ignora al gato.

Recompensa al perro por su comportamiento bueno y calmado. Un comportamiento malo, tal como tratar de alcanzar al gato, requiere de un NO con tono bajo y muy firme. No necesitas gritarle al perro (mantén en mente que el gato se puede asustar por órdenes en voz muy alta, porque no va a saber si le gritas al perro o a él). Es más fácil para los animales el escuchar y responder a una voz baja, calmada, y firme, que a una fuerte y chillona.

Nunca dejes a los animales sin supervisión en estas primeras etapas. Necesitarás ser un observador vigilante, observando su comportamiento y lenguaje corporal cuidadosamente.

Es común que un gato se asuste durante estas presentaciones iniciales; si esto ocurre, llévate al perro y repite el procedimiento tan frecuentemente como sea necesario para que el gato permanezca calmado cuando está con el perro. El énfasis está en la paciencia.

El hacer presentaciones apresuradas es la causa mas común que puede causar problemas interespecies; tómate tu tiempo y estarás contento con los resultados.