¿Has decidido adoptar un gato abandonado, perdido, huérfano, rescatado de la calle? ¡Enhorabuena!

Ahora tienes que valorar qué gato va a formar parte de tu familia y va a compartirlo todo contigo. Para ello has de tener en cuenta:

  1. Tu edad y la suya: los gatos viven entre 12 y 16 años. Has de pensar que no te sobreviva, no es una herencia para tus parientes, ya que eres tú quien ha decidido adoptar y no ellos.
  2. Tipo de familia: si hay niños muy pequeños, al contrario de la creencia general, (lo dicen los expertos) no es conveniente un cachorro menor de 3 meses. Los cachorros requieren mucho tiempo de cuidados y dedicación y son muy activos e inconscientes de los peligros, y los niños también, por lo que no es una buena combinación.
  3. Feeling: además de gustarte físicamente, realmente con quien convives es con un carácter, no con un determinado color o aspecto, por lo que ha de haber aceptación mutua, y muchas veces será él quien te adopte a ti. Busca un compañero que encaje con tus horarios y tipo de vida.
  4. Si tienes otros gatos u otros animales: hay que pensar en darles el compañero/a adecuado/a, según su edad, sexo y carácter, para que la convivencia resulte buena. No vale aquello de “ya se acostumbrarán”, algunos no llegan a hacerlo nunca. Los puntos más importantes a valorar serán los modos de juego y niveles de actividad, y la dependencia o no de las personas con quienes conviven. Buscando compatibilidad de caracteres, se convertirán en grandes compañeros.

Existen unas pautas de presentación, claras y sencillas, que puedes encontrar en este mismo bloque «Antes de Adoptar». Siguiéndolas, es más fácil su adaptación.

En general, suelen llevarse mejor si no tienen una gran diferencia de edad. En el caso de tener ya un gato adulto, lo conveniente sería adoptar otro que sea joven pero no muy cachorrito, ya que a éstos últimos les cuesta mucho respetar orejas, rabitos y espacios de los adultos, y esta invasión de su espacio y sus costumbres les resulta muy estresante a los gatos que ya habitaban en la casa. Un gato joven pero mayor de 5 meses, es más tolerante y respetuoso con las costumbres y terreno del gato “de la casa”. Además, al estar ya esterilizado, las presentaciones son más fáciles.

Y al gato que ya tienes, hay que mimarlo mucho y prestarle la máxima atención, para que no se sienta relegado a un segundo plano ni pierda sus privilegios.

  1. Su carácter: Tú decides si te gustan activos, tranquilos, juguetones, mimosos, independientes… o gato de manta y sofá.
  2. Tiempo de dedicación: Si pasas casi todo el día fuera de casa, y sólo puedes dedicarle al gato un rato por la noche, y parte del fin de semana, puedes contemplar la opción de adoptar dos. Se harán compañía, y estarán felices. La soledad en un gato puede entristecerlo y hacer que enferme.

Ya que PRECIOSOS son todos, no te quedes sólo con el físico, sexo o edad.

Pregunta y déjate aconsejar por quienes más conocen a los gatos que tienen acogidos. Sabemos cómo es cada gato, por lo que podemos sugerirte con cuáles la felicidad será mutua.

Y…. por pedir que no quede: ¡Adopta al que más lo necesite! 🙂