Al adoptar cualquiera de nuestros gatos acogidos, te comprometes a cuidarlo muy bien, alimentarlo con pienso al menos de gama media y mejor si es de gama alta, llevarlo al veterinario cuando lo necesite, seguir su calendario de vacunaciones y desparasitaciones tal y como te indique el veterinario, y esterilizarlo (si no lo está por edad) cuando tenga los 6 meses.
A todos nuestros gatos se les colocará el chip en el momento de la adopción a nombre del adoptante, a no ser que tengan menos de 3 meses y medio. En ese caso te comprometes por contrato a colocárselo en cuanto tenga esa edad. Es el mejor modo de ser responsable del gato desde ese primer momento, buscando su seguridad. El chip es la diferencia entre que vuelva a encontrar su hogar en el caso de pérdida o escape accidental, o que tenga que pasar el resto de su vida en una fría jaula al no haber podido localizar a su dueño.
Por supuesto está prohibida la desungulación de los gatos, como el propio Colegio Oficial de Veterinarios afortunadamente ya ha legislado.
Se realiza un seguimiento que consiste en que nos proporciones información de cómo sigue el gato, y nos envíes fotos cuando se requiera por correo electrónico o whatsapp, comprometiéndote en el contrato a facilitar todos los datos requeridos, y teniendo en cuenta que nos reservamos el derecho a recuperar al gato en caso de incumplimiento de cualquiera de los términos del contrato.
Al adoptar, siempre salvas al menos dos vidas, a las que das un futuro mejor: la del gato que adoptas, y la del gato que entra en su lugar, en la que fue su casa de acogida.