Los datos proporcionados deben ser exactos, ya que serán los utilizados en caso de pérdida del animal. Cualquier cambio de domicilio, propietario, teléfono… debe ser comunicado a nuestro veterinario, que nos facilitará los documentos que debemos rellenar. A efectos legales, el propietario del gato es el que figura en esta base de datos y, por lo tanto, es también el responsable de cualquier daño que pueda causar el animal, así como de lo que le pueda ocurrir si lo abandona.
Del mismo modo, cuando el animal fallezca, tenemos que comunicarlo mediante un documento firmado por nuestro veterinario.