El gato y tú

Gatos, cachorros y niños

El tener una mascota sólo para enseñar la responsabilidad a un niño no es una buena idea.

Los expertos recomiendan que un niño debería tener por lo menos seis años antes de tener una mascota.

Los gatitos cachorros no son la mejor opción para los hogares con un bebé o niño pequeño.

Los niños pequeños por lo general no tienen la paciencia y madurez necesaria para manejar responsablemente a los gatitos. Antes de tener un gato, hemos de elegir el adecuado para nuestro hogar. Por favor, tómese el tiempo necesario para considerar si un gatito cachorro es la mejor opción para usted y su familia.

El cuidado de un gatito es muy parecido a cuidar a un bebé. Ellos requieren mucho más tiempo que un gato adulto. Cuanto más pequeño es el gato, más cantidad de tiempo hay que dedicarle y más cuidados necesita. Los primeros seis meses son vitales para el desarrollo de un gatito. Muchas familias no son capaces de proporcionar lo que se necesita en este tiempo de aprendizaje y crecimiento, por falta de información o de tiempo. Si usted tiene un niño pequeño que ya requiere de mucha atención y tiempo, debe preguntarse si tendrá también tiempo suficiente para atender adecuadamente a un gatito.

¡Un gatito no es un juguete! Los gatitos jóvenes son criaturas frágiles que pueden ser demasiado delicados para un niño pequeño y activo. Los niños menores de 4 años suelen ser demasiado bruscos con los gatitos, ya que aún no han aprendido a tratar a seres vivos más pequeños que ellos. Un niño sin darse cuenta puede causar daños graves a un gatito. El pequeño cuerpo de éste puede ser fácilmente roto o aplastado. Una lesión común en los cachorros es la rotura de los huesos por los juegos, y mueren a causa de aplastamientos.

No hay manera de predecir cómo va a reaccionar un gatito ante un niño que quiere constantemente cogerlo, abrazarlo, tirarle del rabo, las orejas, pies, o bigotes.

Si un niño coge con demasiada fuerza a un gatito, éste puede ver esto como un gesto de amenaza, y reaccionar arañando o mordiendo al niño.

Es importante ayudar a su hijo a ver el mundo a través de los ojos de su gato. Incluso la mascota más dócil tiene límites, y todos los animales deben ser tratados con precaución y respeto. Para proteger a su niño y su gato, es importante que un adulto supervise todas las interacciones niño-gato. Si un niño juega demasiado bruscamente con un gatito, éste podría arañarle o morderle. Los gatitos también tienden a subirse o trepar encima de los niños pequeños, y arañarles accidentalmente. Castigar a su gatito por un comportamiento inapropiado no será de ayuda, puesto que el gato hace lo que está en su naturaleza de cachorro. Arañar, jugar y trepar puesto que aún no puede saltar alto.

Un gato de aproximadamente un año de edad o algo menos, con una personalidad establecida, es la mascota perfecta para las familias con niños pequeños, ya que está en mejores condiciones para reaccionar a los movimientos rápidos e inesperados y los ruidos fuertes. Un gato adulto joven va a ser más paciente con los niños, y lo mejor de todo, sabe cuándo debe alejarse de las interacciones que son demasiado peligrosas para cualquiera de ellos. Sólo debe subir a cualquier lugar al que el niño no llegue y todo se habrá solucionado.

Antes de elegir el gato o gatito que quiere para su hogar, considere sus circunstancias familiares, y decántese siempre por un gato de más de 5 meses, en el caso de que forme parte de su familia un niño menor de 5 años. De ese modo serán felices ambos, gato y niño, y usted estará más tranquilo al haber más seguridad y menos peligros en sus interacciones.