Para que tu gato se mantenga sano, hay que seguir unas pautas sencillas pero necesarias.
Revisión y vacunación anual en el veterinario.
Administrarle, como norma, pienso seco de buena calidad, la cantidad depende del peso del gato.
El alimento húmedo (latitas), como mucho una vez por semana, a fin de evitar sarro y sobrepeso.
Según la edad de tu gato, sus características, y siempre por consejo veterinario, se le debe administrar una alimentación adecuada y específica.
El agua es muy importante, siempre debe disponer de un recipiente lleno y muy limpia.
Se debe desparasitar interna y externamente, con pipetas de doble función, o pipetas más tratamiento vía oral.
Hay que limpiar y revisar las orejas con frecuencia, y descartar la aparición de ácaros que además de un molesto picor, le pueden provocar otitis.
El arenero ha de estar siempre limpio, así se evita el riesgo de infecciones urinarias.
Los gatos son muy escrupulosos. Un arenero sucio puede provocar que el gato haga fuera del mismo sus necesidades. Los expertos aconsejan: un gato, dos areneros, dos gatos tres areneros…..etc.
Hay que estar pendiente de sus ojos, colocando colirios adecuados en el caso de observar legañas verdosas o irritación ocular.
El gato dispondrá de mantita, juguetes y arañador vertical para afilarse las uñas.
Es conveniente administrarle malta en pasta, para eliminar las bolas de pelo que ingieren con el lamido.
Conviene cepillarlo con frecuencia y así se elimina el pelo que sueltan.
Las uñas deben recortarse (sólo la punta), cada 15 días, con un cortaúñas).
El hogar del gato ha de tener una temperatura adecuada, evitando golpes de calor y corrientes de aire.
Y, sobre todo, juegos, atenciones y mucho cariño.
